Los curas

Acabo de enterarme de que mi sobrino, mi ahijado, no hará la comunión este año que entra porque el cura de Alcosa es un chulo. No puedo decirlo de otra manera.
La historia es la siguiente. Tras 7 años viviendo en Alcosa se marchan a un pueblo de Sevilla. El niño estuvo haciendo la catequesis el año pasado en la iglesia del barrio y este año cuando llegó al pueblo le dijeron que allí la comunión se hacía en tercero, por lo que tendría que hacerla con niños más pequeños. Los padres, prefirieron que la hiciera en su barrio, con su ex- compañeros y amigos y allí que fue la abuela a apuntarlo. Y allí se encontró con el cura de turno que de manera grosera le prohibió apuntarlo aduciendo que eso sólo podían hacerlo los padres. Ante la insistencia de la abuela porque sus padres no pueden hacerlo pues están trabajando los dos, el cura siguió con su grosería indicándole que él no podía saber si eran ateos o estaban de pingoneo. Que si no venían los padres no hacía la comunión y que si venían ya se vería.
¿Pero quién se cree que es este cura?. Así le va a la iglesia. Con gente como ésta, echando a los pocos fieles que les quedan. Y luego se quejan de que quiten horas de religión de los colegios o que el estado sea laico.
De verdad, no puedo con la iglesia. Soy creyente, sí, creo en Dios. Pero pienso que en la iglesia, desde hace más de 2.000 años sólo hay vividores y cuentistas y que con los dedos de una mano se puede contar personas buenas de corazón y dispuesta a darlo todo por el prójimo.