20 años

 No todos los días cumple uno 20 años de casado.

Y más en una época como la actual en la que los matrimonios duran tan poquito.

Hace unos años, cuando yo era niño, si los padres se separaban eran una tragedia y uno de los grandes miedos que todos teníamos. 

Hoy día, en cada clase, la mitad tienen a sus padres separados y parece ya algo normal.

Pero para mí no lo es.

Cuando me casé lo hice porque quería compartir el resto de mi vida con esa persona. Montar una familia.

No es solo unirte a una persona, es formar una familia. Dejas de ser 1 y a partir de entonces 1+1 serán, en nuestro caso, 4.

Ya miras por los 4 y no se puede desmontar una familia por cuestiones que no sean graves.

El matrimonio tiene una gran parte de sacrificio. Pero más lo tiene la familia, por eso, cuando llegan los niños es cuando más familias se rompen.

Y hoy tenemos cero capacidad de sacrificio. 

Lo siento, pera para mí, casarse significa unión para toda la vida, no unión hasta que cambien mis expectativas.

Y por eso hoy, orgulloso, digo que cumplo 20 años de casado.

Mi prima

 LLevo varios días acordándome mucho de ti.

No es que en todo este año que ha pasado desde que te fuistes no lo haya hecho, porque no lo es, pero quizás estos días me estoy acordando más.

Parece mentira que hace un año casi que nos dejaste. Durante este año no he visto a mi tía, ni tampoco a su marido. Apenas hemos intercambiado mensajes.

Sigo teniendo una espinita clavada. Supongo que para ellos, lo que yo sienta es lo de menos, y lo entiendo.

Mi prima y yo estuvimos muy unidos desde que nacimos. Ella está en todos mis recuerdos de la infancia y también de esos primeros años de adolescente.

Pero cuando nos hicimos mayores, nos distanciamos. 

Mira que hay pocas personas a las que mi mujer no caiga bien, pues yo notaba que ella no la quería. La trataba mal, con cierto desprecio siempre que estábamos juntos, intentando ridicularizarla de alguna forma y yo, lo que hice fue alejarme.

Y entonces cayó enferma pero yo seguí lejos. Ella no me llamó y yo tampoco fui. Y esa distancia, conforme pasa el tiempo, conforme pasan los años cuesta más trabajo vencerla. Cuanto menos te ves, más grande se hace la separación y más cuesta acercarse.

Y entonces, un día, se fue. No me dio tiempo a verla, a despedirme, a hacer las paces de una pelea que quizás solo existió en mi mente.

Y mi otra tía me lo dijo, en esos momentos, en los que las emociones superan a la razón, me dijo que ella me había echado mucho de menos. Solo sabía su versión, que yo me había alejado. Ni siquiera se preguntó por qué o ni siquiera si era verdad o había otra versión.

Esa sensación de alejamiento por mi parte, de abandono a la que había sido una de las personas más importantes de mi vida, flotaba en el ambiente y me hizo sentir muy mal. Como un extraño en ello.

Me quedé sin poder despedirme de ella y llevo un año sin acercarme a su madre, mi madrina, porque me siento vil, porque me siento culpable de haberla abandonado.

Y no sé qué hacer. Porque además sé que puedo estar cometiendo el mismo fallo con mi tía.

Pero no sé cómo hacerlo, no sé cómo encontrarme con ella.

Tengo tantas cosas que decirle. Tengo tantas cosas que explicarle, aunque sé que es para nada, porque ya fui juzgado y sentenciado. Culpable de abandono. Pena, alejamiento.

He vuelto

 Después de 6 años, he decidido volver.

Me gustaba escribir. Me gustaba contar lo que sentía.

He decidido volver, aunque no sé ni cuánto escribiré ni mucho menos, cuándo.

Ya veremos, de eso se trata.