Ayer hizo 6 años que me casé. Ayer, también fue la vida de un primo hermano. Tenía muchas ganas de que llegar esa boda porque en ella me reencontré con la familia por parte de mi padre, mis primos, mis tíos, todos, hacía mucho tiempo que no los veía. Estos acontecimientos vienen bien para eso, para ver a tu familia, una familia a la que estabas unido cuando eras un niño y que a medida que vas creciendo se va alejando y que si no fuera por las bodas, prácticamente no verías nunca.
Viendo a mi primo tan estresado, de mesa en mesa, sufriendo para que todo saliera bien, me acordé de mi boda. 600 invitados, que al final fueron algunos menos, pero se invitó a 600. Toda la noche de mesa en mesa, saludando gente que ni conocía. No faltaba nadie, familia cercana, lejana, amigos de la infancia, de la juventud, lo de ahora, los compañeros de trabajo, los compromisos de mis padres, los de mi suegra, los nuestros.
Mucha gente, demasiada gente, por lo que no te queda tiempo para estar con tus amigos, con tus allegados. En mi boda no disfruté. Prefiero las bodas de los demás. En ellas, sí puede estar con la gente que quiero.
Viendo a mi primo tan estresado, de mesa en mesa, sufriendo para que todo saliera bien, me acordé de mi boda. 600 invitados, que al final fueron algunos menos, pero se invitó a 600. Toda la noche de mesa en mesa, saludando gente que ni conocía. No faltaba nadie, familia cercana, lejana, amigos de la infancia, de la juventud, lo de ahora, los compañeros de trabajo, los compromisos de mis padres, los de mi suegra, los nuestros.
Mucha gente, demasiada gente, por lo que no te queda tiempo para estar con tus amigos, con tus allegados. En mi boda no disfruté. Prefiero las bodas de los demás. En ellas, sí puede estar con la gente que quiero.
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