Sunday, October 25, 2009

Arte en la fotografía


Hasta hace una semana, si alguien me hablaba de arte, mi mente rápidamente asociaba la conversación a pinturas, poesía, arquitectura, escultura, música, e incluso cine. Pero nunca hubiera asimilado la fotografía con arte. Para mí, el artista era aquella persona con un don. Un don como saber pintar, o saber cantar. Un don es para mí algo innato en una persona que le permite hacer cosas que el resto no sabemos hacer.

Y la fotografía, por tanto, no entraba en ese grupo.

Supongo que en parte porque pensaba que cualquiera puede echar una foto. En cada casa hay una cámara y "cualquiera" puede echar una foto medianamente buena.

Además, el don es algo natural y la foto necesita de un artilugio mecánico. Un ejemplo a esto último podría ser la diferencia entre Usain Bolt (campeón de los 100 metros lisos) y Fernando Alonso. Usain Bolt gana porque tiene un don, aparte de los entrenamientos, tiene un don que le hace correr más que los demás. Fernando Alonso conduce muy bien, pero es evidente que si no tiene un coche competitivo no puede hacer nada. Esta comparación, es la que se puede hacer entre un pintor y un fotógrafo que crean la misma imagen. El pintor puede copiar un paisaje o inventarlo. Además todo lo hace con ese don. El fotógrafo necesita una realidad que captar y necesita tener una cámara para hacerlo. Yo no puedo pintar un paisaje, pero sí puedo fotografiarlo.

Por eso yo distinguía sólo entre fotos y buenas fotos y fotógrafos y buenos fotógrafos.

Todo esto hasta que el pasado sábado visité una exposición fotográfica en Algeciras, llamada Mezquitas. El fotógrafo, no, el artista, es Sebastián Conejo y con aquellas 7 u 8 fotografías sobre mezquitas (realmente oratorios) en Barcelona, me domostró la diferencia entre un buen fotógrafo y un fotógrafo artista.

Allí pude comprobar que un buen fotógrafo necesita tener una técnica depurada, una buena cámara, trípode, etc. para hacer buenas fotos, pero es necesario tener un don para ser un artista. Ese don es el que consigue que sus fotos tengan alma. Es el que provoca que las fotos nos den un pellizco en la barriga. Es el que consigue que veas algo más, que sientas que te habla, que te muestra su esencia.

Contemplando esas fotos de mezquitas comprendí que Sebastián Conejo tiene un don. Tiene un don para la fotografía, para hacer arte con una cámara de fotos.

Él sabe que tiene un camino muy largo y difícil para conseguir que la fotografía se considere un arte en España, pero está empeñado en conseguirlo, y lo conseguirá.

Si podéis, no dudéis en ver su exposición, merece la pena.

No comments: